Las personas que sostienen un vínculo romántico seguro con sus parejas describen sentir más satisfacción y bienestar. Además de sentir más confianza, se sienten cómodos pidiendo apoyo de su pareja, y se sienten más preparados al enfrentar conflicto. Cuándo hablamos de las relaciones, es importante evaluar nuestro ámbito emocional y determinar ¿qué elementos causan daño y disminuyen la verdadera dicha del amor sano? Estos son cuatro indicadores de que necesitas trabajar en tu relación para vivir una vida óptima en pareja.
1. Te intimidan sus sentimientos, especialmente su lado oscuro.
Muchos crecimos con familias que les intimidaba los sentimientos negativos. Por ejemplo, pudo ser que creciste entendiendo que llorar, o expresar miedo o enojo no tenía lugar en tu casa, así que te aprendiste a reprimir esos aspectos en ti para navegar tu ambiente y mantener cerca a la gente de la cual dependías. Al reprimir y distanciarte de tus propias experiencias, limitabas tu habilidad de saber cómo navegar y regular tus emociones. Lo problemático de no reconocer ese patrón de comportamiento es que puede llegar a afectar tu relación. Si te cuesta reconocer tu mundo interior, es poco probable que puedas apoyar o ayudar a navegar los sentimientos encontrados de tu pareja. Las mismas técnicas que usaste para reprimir lo tuyo, termina siendo tu estrategia de sobrevivencia y terminas disminuyendo o evadiendo este tipo de vulnerabilidad en tu relación. Es valioso hacerle sentir a tu pareja que realmente la ves y aceptas tal y como es y que la aprecias hasta en sus días más grises.
2. Evades las conversaciones difíciles.
Puede que te de miedo volver a revivir momentos complicados porque ya se sienten mejor, y lo percibes “superado.” La verdad es que, si no dialogas sobre lo que paso, y clarificas como fue que se hirieron, no lograran evitar que eso suceda de nuevo. Es valido y hasta necesario saber que tu pareja entienda como te lastimo o tu a ella, mostrando empatía por tu posición. Cuando no logramos ser honestos con las cosas que nos lastiman, esas semillas se quedan con nosotros, y terminan volviéndose en resentimientos que son mucho mas graves de resolver y sanar. Resiste el impulso de asumir y saltar a conclusiones que puedan no ser ciertas.
3. Te cuesta admitir tus errores y pedir disculpas.
Debes saber que solo porque tienes buenas intenciones y actuaste “sin querer”, eso no quiere decir que tus acciones no logren herir a tu pareja. Las intenciones y el impacto que tus acciones tienen en los demás son cosas distintas. Afronta tus errores con curiosidad y humildad. No es necesario que lo sepas todo, y no te hace mala pareja equivocarte. Deja que tu pareja te cuente cómo se sintió cuando cruzaste la raya con una broma y muéstrale que te interesa su perspectiva.
4. No le das prioridad a pasar tiempo de calidad con tu pareja.
Puede de que no sepas exactamente que califica como tiempo de calidad. Según el Dr. Gary Chapman, quien desarrolló “Los 5 Lenguajes del Amor” nos aclara que estos momentos claves y especiales permiten que realmente estemos presentes el uno con el otro sin distracciones como celulares u otros pendientes. No se trata de planear citas elaboradas, pero si dedicar tiempo constante para conectarse. Esto incluye designar tiempo en las mañanas para charlar mientras disfrutan de un café, o al caer la noche buscar cercanía entre caricias y diálogo sobre sus respectivos días.
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